lunes, 19 de mayo de 2008

Cronica Zaragoza Rockthunther.net

Cronica Zaragoza
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Zaragoza acogía el fin de semana del 16 y 17 de Mayo de 2008 dos propuestas rockeras agrupadas bajo el título de "Enrock-2 Festival: 2 noches de rock". Dos noches que, sobre un mismo escenario, reunirían a algunos de los grupos con mayor convocatoria del rock estatal, hecho que congregó, por lo estratégico de su enclave, a gente ya no sólo de Aragón sino de otras zonas de nuestra geografía.

La primera era sin duda la cita más fuerte, y en los aledaños del Auditorio de la ciudad, donde se celebraron estos dos espectáculos, se hacía patente el éxito de la propuesta. Se trataba de la parada en Zaragoza de la gira "Otra noche sin dormir", un evento único en el que los músicos de Barricada y Rosendo, acompañados por la ex-Tahures Zurdos Aurora Beltrán, se alternan sobre el escenario para interpretar temas de unos y de otros. No es la primera vez que varios grupos emprenden una gira conjunta, pero en esto del rock sin duda nunca había visto un setlist y una interacción entre bandas como la que se desplegó en esa noche. En todo momento se percibía el ensayo y el esfuerzo que esta gira traía detrás suyo, y el público lo supo agradecer. El concierto arrancaba a las nueve, y la gente, escéptica, esperó en su mayoría al último momento para acceder al recinto pensando que quizás fuera a iniciarse algo más tarde, por aquello de nuestro ritmo de vida nocturno. Pero escasos minutos sobre las nueve Aurora Beltrán salía al escenario, marcando el inicio de una velada de rock, de ”otra noche sin dormir”.

Fue muy acertada la presencia de Aurora Beltrán, aportando el toque de dulzura a la gira, pero mostrando su lado más rockero. Fue el contrapunto a la fuerza de Barricada y Rosendo, pero en los momentos en los que ésta coincidía con ambos todos se trataban de tú a tú, sin que nadie pudiera sentirse telonero de otro. Se notaba el feeling y la complicidad entre las bandas y la pamplonica. Interpretó cuatro temas guitarra al hombro, tras su ”Lujuria” inicial. Después del cuarto tema, un timbre suena en el escenario. La puerta de la cabaña en que el escenario se había convertido se abre, y aparece Rosendo.

Con la entrada del abuelo de Carabanchel, la sala Multiusos estaba ya a rebosar –habría que remontarse a bastante tiempo atrás para ver otro concierto de rock con tanto público en dicho emplazamiento, en caso de existir. Esta gira tiene, por lo entrañable y la veteranía de sus participantes, el don de reunir a tres generaciones en un concierto. Allí abajo se podían ver a padres con sus hijos (vimos a algún chaval que no tendría más de diez años), a hordas de jóvenes y a gente que bien podría ser compañera de la infancia de Rosendo. Es la magia del rock. Ante tan diverso público, e inmediatamente tras su aplaudida entrada en escena, en acústico Rosendo interpretó junto a Aurora ”A las lombrices”, antes de dar paso a un interesante concierto, ya eléctrico, en el que interpretó 17 temas, desde sus clásicos más indiscutibles hasta temas de su etapa más actual.

Tras sonar ”Agradecido”, el escenario se convierte, gracias a las proyecciones en el telón trasero, en un improvisado bar en el que, desde cuatro taburetes y entre mesas, Aurora, Rosendo, Alfredo Piedrafita y Boni interpretaron en acústico un tema de cada una de sus bandas, los cuales no desvelaremos para aquel que vaya a asistir a otro concierto de la gira.

Tras el set acústico, cae el telón, y Barricada toma el escenario, desgranando en primer lugar ”La hora del Carnaval”, con El Drogas tirando carteles en el que pasaban palabras clave del tema, finalizando con el rompimiento de una foto del Papa. Rosendo había estado acertado, pero Barricada fueron los grandes de la noche, con un repertorio absolutamente plagado de clásicos, de temas ya antiguos que el público desgañitaba desde su plano. Sonaron muchos de esos temas que ya permanecen en la memoria colectiva de los seguidores del rock estatal: Rojo, Oveja Negra Víctima, Ocupación, No sé que hacer contigo, No hay tregua… Hasta un total de veintidós temas, tras los que se les unió Rosendo y alguno de sus músicos para interpretar temas de una y otra banda.

El colofón, en forma de cuatro temas, lo pusieron en los bises con todo el mundo sobre las tablas interpretando ”Una noche de amor”, ”En blanco y Negro” y, la sorpresa de la noche, el estreno de un nuevo tema: ”Una noche sin dormir”. Volverían de nuevo sobre el escenario tras escasos segundos para dejar caer el tema -el último de 60 canciones que sonaron, ahí es nada- que de forma innegable tenía que ser un broche mágico para tan memorable noche: ”Maneras de vivir”.

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